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Foto del escritorAndrés Cardelús Ruiz-Alberdi

3 señales de más polarización en 2025


Varios astronautas celebrando el nuevo año de 2025 en Demákratus pero divididos por la polarización que se espera por los indicadores

El cambio de fecha no borra las tendencias anteriores. Por eso, la polarización política seguirá siendo uno de los grandes desafíos sociales para el 2025 y hay señales de que no sólo persiste, sino que se intensifica. En esta entrada exploraremos tres indicadores de 2024 que nos pueden ayudar a pronosticar mayores niveles de polarización. El primero es el auge de los personalismos y la creciente presencia de outsiders en la esfera política, quienes prometen soluciones radicales y desafían los marcos institucionales tradicionales.


El segundo indicador es un patrón en las elecciones de 2024 de las economías más desarrolladas donde los votantes han castigado sistemáticamente a los partidos de gobierno. Esto puede significar una fragmentación creciente en las bases electorales. Finalmente, veremos los resultados de dos estudios recientes sobre Millennials y la Generación Z que revelan una gran desafección hacia la política tradicional y una inclinación cada vez mayor hacia reformas radicales.


1. Se consolidan personalismos y aparecen outsiders

Desde hace una década, se han hecho cada vez más normales los liderazgos personalistas que han querido dejar a un lado a los partidos políticos tradicionales y las ideologías de masas. Han aparecido nuevos partidos o personas ajenas al poder político (“outsiders”) que tratan de cambiar la forma de hacer política en democracia. El año 2024 no ha sido ajeno a esto: la política global ha tendido a la consolidación de personalismos y a la irrupción de líderes que rompen con las estructuras tradicionales.


En América se consolidan referentes disruptivos como Donald Trump en Estados Unidos, el partido Morena de López Obrador en México, Nayib Bukele en Salvador o Javier Milei en Argentina, donde el común denominador es un enfoque político que centra el liderazgo en la figura del político y no tanto en el partido. En Europa han surgido liderazgos de outsiders a través de las redes sociales como Alvise Pérez en España, Fidias Panayiotou en Chipre o Călin Georgescu en Rumanía. También se han consolidado liderazgos personales que rompieron con partidos consolidados como Nigel Farage en Reino Unido, André Ventura en Portugal, Sahra Wagenknecht en Alemania, Stefanos Kasselakis en Grecia o Yolanda Díaz en España, entre muchos otros.

Varios rostros mirando a un rostro independiente reflejando el personalismo en auge por la polarización y al desafección política

Aunque es normal el liderazgo personal de políticos para tratar de convencer al electorado, el personalismo se caracteriza por construir su capital político en torno a la identidad, el carisma y la promesa de desafiar a las élites (“establishment”). Estos liderazgos movilizan emociones intensas y apelan a narrativas que pueden intensificar la polarización afectiva. Este tipo de polarización se da cuando el electorado está dividido no tanto por ideologías o políticas concretas sino por lealtades emocionales hacia o en contra de estos líderes. La política se convierte así en un escenario donde las rivalidades personales desplazan el debate racional, profundizando la fragmentación social. Los más críticos denominan a esto la "egopolítica".


2. Castigo a los partidos de gobierno

Según un estudio de noviembre del periódico británico Financial Times (Democrats join 2024’s graveyard of incumbents), es la primera vez que ocurre que todas las elecciones en las economías más avanzadas y democráticas del mundo castigan al partido de gobierno en las elecciones de un mismo año. A enero de 2025 se ha confirmado este patrón y puede reflejar una dinámica global de insatisfacción ciudadana con los actuales gobiernos. Aunque es natural que el ejercicio del poder desgaste al partido de gobierno y que esto se traduzca en una pérdida de votos, nunca antes se había observado un patrón tan claro a nivel global.


El gráfico del artículo ilustra este declive en el respaldo electoral de los partidos gobernantes en las principales democracias, señalando una posible desconexión entre los ciudadanos y sus representantes. Este contexto puede estar vinculado a una creciente desafección política, donde la población percibe a los gobiernos como incapaces de resolver problemas estructurales o representar sus intereses. A medida que aumenta esta desconfianza, las sociedades pueden polarizarse aún más, intensificando divisiones ideológicas que complican el diálogo y la cohesión social. Esto agrava el ciclo de insatisfacción, penalización electoral e inestabilidad de los gobiernos.


3. La juventud: dos estudios clave


Estudio del Instituto Berkeley for Young Americans: "Cultural Evolution: Measuring Differences in Generational Values"

Este estudio revela que Millennials y Gen Z se distinguen de las generaciones mayores por su fatalismo, mayor tendencia hacia la igualdad, menor individualismo y una desconfianza hacia el sistema político tradicional, aunque presentan menor polarización ideológica interna. Estas actitudes están impulsando mayor popularidad hacia movimientos alternativos a la democracia representativa y otros no convencionales que desafían las formas políticas tradicionales. Esto puede reconfigurar el debate político hacia valores más igualitarios pero intensificando tensiones ideológicas. También la participación de los jóvenes en espacios políticos no tradicionales puede contribuir a la fragmentación social y al aumento de la polarización generacional.


Informe de Pew Research Center: "Global Elections in 2024"

Este informe destaca la desconexión de los jóvenes con los partidos políticos tradicionales, que se evidencia por su desconfianza hacia las instituciones, baja participación en elecciones y preferencia por involucrarse a través de plataformas digitales y movimientos sociales que perciben como más representativos de sus valores. Esto refleja una crisis de representación y un cambio en las formas de participación política, alejándose de las estructuras convencionales hacia alternativas más alineadas con sus preocupaciones. Sin embargo, esta tendencia también puede intensificar la polarización política al favorecer movimientos más radicalizados en sus propuestas.


En conclusión, ambos estudios muestran cómo la desafección política de los jóvenes y su preferencia por alternativas no tradicionales están reconfigurando el panorama político, impulsando tanto la fragmentación como la polarización.


¿Tú que esperas de este año?


En Politikea, iniciamos el 2025 con la convicción de que podemos construir un mundo menos polarizado, donde el diálogo y el entendimiento sean nuestras mayores fortalezas. Este nuevo año representa una oportunidad para dejar atrás las divisiones y apostar por una sociedad más unida y empática. Te invitamos a sumarte a nuestra misión: trabajar juntos para crear espacios de encuentro, reflexión y cambio. ¡Únete a la comunidad!


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